Las facturas de agua en la universidad ascienden a decenas de millones de dólares al año. El instituto es muy consciente de su impacto en el medio ambiente y quiere eliminar el agua y, al mismo tiempo, ahorrar gastos de agua.
Las fugas de agua también eran motivo de preocupación, ya que había un historial de múltiples fugas en varios lugares de la instalación. Una fuga no solo podía dañar las costosas instalaciones de investigación científica, sino que también podía arruinar la investigación más avanzada y retrasar los programas durante años.
El personal de las instalaciones de la universidad opta por implementar WINT en el campus, desde edificios de oficinas y sistemas de aire acondicionado hasta equipos de investigación especializados que consumen agua. Los sistemas WINT están integrados con la sala de operaciones del centro, donde todo el campus se monitorea y administra las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Cuando se produce una fuga, se alerta a la sala de operaciones y se envía inmediatamente al personal de mantenimiento para diagnosticar y resolver el problema.
La universidad ha logrado importantes ahorros de agua en varios lugares, incluidas sus torres de refrigeración de aire acondicionado y sus sistemas especializados de filtración de agua. A lo largo del camino, ha aumentado sus credenciales ecológicas al ahorrar cantidades significativas de agua y reducir su huella ambiental.
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